Algunos programas, por defecto, tienen preestablecido el modo RGB (rojo, verde y azul), este “formato de color” es válido para diseñar en entorno web y para las impresiones domésticas, pero nunca para imprenta. En artes gráficas, tanto para la impresión en offset como para la impresión digital, se trabaja en CMYK (cian, magenta, amarillo y negro). Todos los programas de edición y diseño permiten seleccionar el modo de color en el que se desea trabajar, punto principal a la hora de iniciar un diseño. Recomendamos elegir el “modo de color” al generar el nuevo documento. Debe saber que los colores cambian, las tonalidades no son iguales en RGB que en CMYK. Si no quiere sorpresas de última hora, ponga especial atención a esto.

Debe saber que los colores cambian dependiendo del entorno en que se vean, una fotografía o logotipo (por ejemplo) en color, no se verá igual en un monitor que en otro, ni tendrá los mismos valores en una impresora de color que en otra. Pero siempre se verá de la misma manera impreso en offset. Debe saber que muchas de las imágenes que se usan a la hora de diseñar están en RGB y hay que convertirlas al modo CMYK cuando se prepare el arte final.

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