Un producto personalizado suele trasmitir sus propios valores. Las etiquetas adhesivas en bobina son un claro ejemplo de ello. Es común pensar que la producción de adhesivos en bobina está orientado a las grandes producciones y al etiquetado automático, nada más lejos de la verdad. En la actualidad producimos adhesivos en bobina desde 200 unidades.

A los pequeños productores les encanta personificar sus productos; etiquetas adhesivas para personalizar botes de conserva caseras, pegatinas para decorar las botellas de aceite o adhesivos personalizados para el etiquetado de las añadas de vino que producen sus tierras y productos frescos de su huerto.

El etiquetado de productos no se refiere únicamente a la composición, información nutricional o el modo de uso (datos obligados para todo producto de consumo). La etiqueta de marca, la etiqueta frontal, le aporta al envase carácter y tiene el poder de cautivar y persuadir a determinados segmentos de público. Es fundamental cuidar el diseño, la forma y el material que se va a utilizar, esto, puede influir en la decisión de compra.

Todos los sectores y empresas: grandes, pymes, autónomos y fabricantes artesanos compiten en el mismo mercado. Normalmente no en igualdad de condiciones, los pequeños no tienen los mismos recursos que los grandes, pero todos compiten en el mismo mercado, por eso es vital cuidar todos los detalles

Nuestro objetivo es ofrecerte productos que solucionen de manera adecuada tus necesidades. En el caso de las etiquetas adhesivas en bobina, disponemos de una amplia variedad de soportes, tintas especiales y acabados impermeables, aptos, para recipientes de alimentos.

Nuestro departamento de Preimpresión está para asesorarte y ayudarte en la minuciosa tarea de la preparación del arte final de archivos y que estos sean óptimos para impresión, tengas o no tengas conocimientos técnicos.

Estos son los pasos que tienes que tener claros antes de imprimir tus adhesivos personalizados en rollo, en bobina.

Uno. Tener clara la medida final y la forma de la etiqueta; cuadrada, redonda, silueteada  o troquelada.

Dos. Tener claro su uso, su durabilidad y su posible retirada; vidrio, plástico, cartón…

Tres. Tener el diseño en alta calidad. Si trabajas con archivos vectorizados será mucho más fácil que podamos ayudarte a la hora de ajustar tu diseño a las expectativas reales de tus etiquetas. Los archivos vectorizados son fáciles de retocar, de adaptar e incluso de volver a editar, en caso de necesitar una mejora, o la inclusión de otros elementos. Esto es fundamental para ahorrar tiempo y costes. Los archivos vectorizados son escalables y no se distorsionan ni pierden calidad a la hora de modificarlos.

Nuestra recomendación es que trabajes con PDF editables de alta calidad. Los formatos JPG o PNG también son aptos para impresión, aunque normalmente tienen carencias que es probable que aprecies o no. Y en estos últimos casos no están sujetos a modificaciones.

Cuatro. Tener clara la cantidad que necesitas. Nuestro consejo, no te quedes corto. Tendemos a pensar a corto plazo y los adhesivos son de esos productos que duran y duran, por eso siempre aconsejamos pedir alguno más, el precio apenas variará.